lunes, 22 de octubre de 2012

プロローグ (Prólogo)




   La época del Japón feudal se caracterizaba por las guerras civiles entre los diversos señores feudales; pero dentro de esta aparente fachada se escondía una terrible verdad, un mundo más oscuro, tenebroso y tétrico, que el de los humanos: el reino de los youkais*.

   Estos demonios llevaban viviendo en la tierra siglos antes de que llegasen los humanos, desde el surgimiento mismo de las islas japonesas, algunos de ellos provienen de tierras más lejanas, llegando a cruzar el ancho mar del Oeste. Desde tiempos remotos se han dedicado única y exclusivamente a atormentar a los seres humanos, torturándolos y matándolos, debido a que estos habían invadido sus dominios.

   A pesar de todo, los humanos nunca intentaron, siquiera,  buscar la paz con estos entes místicos, pues todo aquello que es diferente a ellos o no entienden lo quieren destruir, ya que lo consideran como una amenaza.  Así fue como la guerra entre hombres y youkais ha perdurado durante siglos en estas tierras. Y así seguirá hasta que nazca alguien con la suficiente decisión y ardor de espíritu como para liderar tanto a hombres como a demonios y consiga la convivencia entre estas dos especies.

   Nos encontramos en el Período Edo, una época caracterizada por una inmensa paz a nivel superficial que fragua los inevitables comienzos de una historia que nos lleva hasta los orígenes de nuestro relato. Nos hallamos concretamente en la ciudad japonesa de Tomizume, en la que la familia Hidetsune llevaba varias generaciones administrando estas tierras en nombre del emperador Tokugawa.

* youkais: son una clase de criaturas en la cultura japonesa que van desde el malévolo oni al travieso kitsune o la mujer pálida Yuki-onna. Unos poseen parte de animal y parte de rasgos humanos (por ejemplo Kappa y Tengu). Los Yōkai son generalmente más poderosos que los seres humanos, y debido a esto, tienden a actuar con arrogancia sobre los mortales. Los Yōkai también tienen valores diferentes de los seres humanos, y cuando estos entran en conflicto pueden conducir a la enemistad.

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